El acero inoxidable es un material biológicamente neutro y, por lo tanto, antibacteriano. A diferencia de otros metales, el acero inoxidable no modifica el color, las fragancias o los sabores de los alimentos y no libera sustancias tóxicas que puedan contaminarlo . Por eso siempre se ha utilizado en la cocina. Tanto para la realización de cubertería, vajilla y recipientes para alimentos, como para diseñar cocinas industriales, donde la higiene y la perfecta conservación de los alimentos son requisitos fundamentales.